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sábado, 15 de noviembre de 2008

A Carlos Fuentes le encantan los disparates



Culminó en la UNAM el coloquio dedicado al creador de la novela: La región más transparente. A la clausura asistió Carlos Fuentes, el ex rector Juan Ramón de la Fuente y José Narro, titular de la Máxima Casa de Estudios del País.
Para el cierre de esta semana ardua de conferencias impartidas en el Instituto de Investigaciones Filológicas y la Facultad de Filosofía y Letras, a la que acudieron especialistas nacionales y extranjeros, provenientes de Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia, se tenía planeado el auditorio de la Coordinación de Humanidades, al rebasarse el número de alumnos y académicos interesados, se cambió a la Sala Miguel Covarrubias, ubicada en el Centro Cultural Universitario.
Juan Ramón de la Fuente fue el primero en hablar ante una sala repleta y ávida de oír a Carlos Fuentes. “Les confieso que hace unos días me encontraba con García Márquez, y le comenté ¡parece haberse dicho ya todo sobre Carlos Fuentes!, ¿qué diré el viernes?.
“Gabo” respondió con una carcajada --¡Di un disparate!, a Carlos le encantan.
Los aplausos y las risas cerraron el discurso del ex Rector y fueron la pauta para dejarse ver quien ha regalado a las letras castellanas escritos prolíficos como: Las buenas conciencias, Aura, Terra Nostra, La muerte de Artemio Cruz, y su novela festejada este año, La región más transparente publicado por vez primera, hace 50 años.
“Cuando tenía 25 años la empecé. Pero necesité de muchos años de aprendizaje para decidir crearla. Necesité aprender literatura. Lo hice cuando me sentaba en las piernas Alfonso Reyes, él siempre estaba en las comitivas junto a mi padre, un diplomático.”
El escritor quien ha cumplido 80 años de vida, el pasado 11 de noviembre realizó una critica a la educación en México y en el mundo, al relatar sus distintas vivencias al cursar sus estudios de educación básica en distintas instituciones norteamericanas, chilenas y argentinas, debido al ritmo de compromisos laborales de su padre, “en la actualidad se ha abandonado la educación profesional por un modelo educativo de pronta especialización. Hoy en día se habla de proporcionar conocimientos generales, los cuales ni son conocimiento, ni generales”.
Carlos Fuentes leyó en forma minuciosa un ensayo, donde expuso su afición a obras literarias de diversos autores a lo largo de cada etapa de su existencia.
“Las de Julio Verne, Tom Sawyern y Los tres mosqueteros. En mi juventud fue imprescindible Cervantes y Quevedo, en especial los sonetos de este último, creador de Poderoso caballero que es don dinero. “
El primer escrito que me publicaron fue en una revista escolar, en un colegio chileno, lo titulé: “Estampa mexicana.”
Un relato lineal de Carlos Fuentes lo condujo a los escritores mexicanos, “las novelas dedicadas a la Revolución Mexicana eran temas gastados, pero me enteré de un viraje en las letras mexicanas, con la novela Pueblo de mujeres enlutadas, de Agustín Yáñez”
“En ese momento entendí no hay temas nuevos, sino formas nuevas de tratar a los temas.”
Con visible satisfacción, Carlos Fuentes se dejó querer por la universidad de la nación. Al concluir de relatar pasajes de su vida, la Sala Miguel Covarrubias enloqueció al aglutinarse ensordecedores aplausos. Hombres y mujeres chocaban una y otra vez sus palmas, se levantaron de sus asientos, para quedarse de pie en un tiempo sin soledades, donde sin decidirlo se transformaron en los personajes de una ciudad, situada en la región más transparente.

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