Entradas populares
-
Situarse en el presente permite conocer los recuerdos y las experiencias, en este caso es una entrevista con Huemanzin Rodríguez Méndez quie...
-
El consorcio de librerías españolas Agapea , Libros urgentes llega a México, al inaugurarse este fin de semana la primera en nuestro país y...
-
“Nuestra vida está en contacto con la religión, de hecho mi apellido, es el nombre de una capilla.” Declaró David La Chapelle, fotógrafo nor...
-
Gloria Contreras, directora del Taller Coreográfico de la UNAM, dio su opinión sobre la falta de condiciones laborales que experimentan los...
-
En una búsqueda incierta sus miradas atravesaban hueso y piel. Sus ojos no dejaban de avanzar aunque sus pies y todo su cuerpo ya se habían ...
-
En México, se dará inicio a un proceso de transformación del sistema de justicia penal, el cambio radica principalmente ...
-
La actriz María Luisa Alcalá recibió un homenaje por parte de los Narradores Orales de Santa Catarina, una organización dedicada en articu...
-
Me dejas sin acabar. Apareciste un día durante el anochecer, en una banca, donde hojas brincaban en tus manos. Recordaste errores, enojos al...
-
“La mayor problemática de los indocumentados centroamericanos es cruzar el infierno, es decir, adentrase al territorio de México”. Óscar Ma...
lunes, 30 de junio de 2008
Merecida la destitución de Dariusz Blajer
Gloria Contreras, directora del Taller Coreográfico de la UNAM, dio su opinión sobre la falta de condiciones laborales que experimentan los bailarines de la Compañía Nacional de Danza, y el desempeño de su titular de esta dependencia.
“Muy merecida la destitución de Dariusz Blajer, ¿por qué traer un extranjero a México?, esa es la mierda que tiene éste país. Él era un vendedor de zapatos de punta, por qué recurrir a él”, -- y con una expresión de coraje en su rostro, Gloría Contreras aclaró al término de la presentación del Taller Coreográfico, en el Carlos Lazo--:
“Además es un tipo racista. Los estudiantes de Bellas Artes que estudian diez años y llegan a la Compañía Nacional de Danza, los rechazan si son morenos y negros. Todos los bailarines morenitos y negros que actúan en el Taller de la universidad, los corrieron de allá”.
¿Entonces son deficientes las condiciones en que laboran los bailarines en México?
--No puedo hablar de Bellas Artes, lo desconozco, pero en la UNAM no rechazamos a nadie por su piel negra, tenemos a Julius Brewster, originario de Estados Unidos. No se debe discriminar a los bailarines, por no ser blancos.
La ciega
En cuanto a las obras que presentó, el Taller Coreográfico de la UNAM, en el cierre de la temporada setenta y nueve, destacó el reestreno de la obra coreográfica “La ciega”.
La primera vez que se presentó en nuestro país fue debido a Nikita Dolgushin, bailarín ruso, quien trajo varias obras para montarse en (1996), entre ellas “La ciega”, del coreógrafo ruso, Leonid Jacobson. Quien la estrenó mundialmente en 1946.
La particularidad de esta pieza, es su música, porque en la narración de la historia, está presente “Estrellita”, canción del músico mexicano Manuel M. Ponce.
“Estos creadores nunca se conocieron personalmente, pero Jacobson sí sabía de la obra de nuestro celebre compositor, porque era famoso en Europa, pero desvalorado en México.” Afirmó Gloria Contreras.
La obra es melancólica, pero ¿cuál es el contexto que se describe en “La ciega”?
--Muestra una Rusia destrozada por la guerra. La gente lisiada. En cuyo mensaje transmitido por la coreografía, era educar a la gente para cuidar y amar a las personas que habían perdido una extremidad o la vista.
Para transmitir esa sensación de tristeza, y sensibilización ¿decidió exigirles físicamente, algo en especial a los bailarines, para montar “La Ciega”?
--A pesar de ser una obra con una duración de cuatro minutos, los dos personajes que aparecen, se tuvieron que esforzar mucho, con decir que al personaje femenino, ¡le vendé los ojos!, para que en verdad estuviera ciega y bailara sin ver. Concluiría Gloría Contreras.
Mi primer impulso chorreando orines de un sedan
Especialista en describir lo colorido y ruidoso de una ciudad a través de su vista. Gustavo Rodríguez Nava, decide complementar sus relatos con el uso de la computadora y lograr desvestir a los coches, el asfalto de las calles, el clima, la vida urbana en México mediante los trazos y las tonalidades integradas en dibujos, que ha elaborado para ser exhibidos en “Mi primer impulso”, My Bloody Fear, un exposición alojada en el Casino Metropolitano, galería situada en el Centro Histórico del DF.
Al entrar a esta vieja construcción de tres pisos, situada a un costado del Museo Interactivo de Economía (MIDE). El visitante, desde el primer contacto visual con el interior del lugar, tomará su tiempo para escudriñar su enorme dimensión y sentirse extraviado, porque a simple vista no se aprecia más que el eco de quien haga un ruido.
Deberá subir unas escaleras de metal, y sólo entonces mirará en los muros de esa única habitación, el colgar de más de cuarenta imágenes.
Destacan la de un par de policías riéndose entre sí, o qué tal una jaula de cuero, un escape de un Sedan chorreando orines, y por supuesto, el cráneo totalmente desnudo de vida, pero acompañado de su cuerpo entero, que todavía conserva la piel y su vestimenta.
El recorrido será posible, si previamente se efectúa una cita telefónica, con el creador de estas imágenes y así se pueda interactuar con el artista, un joven estudiante de diseño gráfico, en la UAM Xochimilco, Gustavo Rodríguez Nava, quien a sus 27 años de edad consigue su primera exposición fuera de su escuela.
¿En qué consiste tu trabajo?
--En recuperar mi memoria de la ciudad de México, los recuerdos colectivos de sus habitantes, mediante sus personajes de la urbe, los agentes de transito, los barrenderos, por mencionar algunos. Son diez años, que he recorrido las calles en busca de rostros, seres, a los cuales les pido antes de oprimir el obturador “me deja tomarle una foto”.
Tus imágenes son una simbiosis dibujo y fotografía, ¿cómo lo haces?
--Dibujo encima de los fotogramas de las películas. Para facilitarlo uso animación en computadora, a este proceso se le denomina rotoscopia digital. Sin embargo, también aplico otras técnicas por ejemplo, al obtener una fotografía, le puedo hacer un fotomontaje a la imagen y después le coloco un par de dibujos digitales a esa foto.
En algunos de tus dibujos se refleja el alcohol, las drogas, ¿es una crítica a los excesos en la ciudad?
-- No, sino mi vida fluyendo, con un medicamento que consumo “Clotixon”, sirve para regular la dopamina en el cerebro. Esta sustancia controla algún desorden en mis pensamientos. Para que mi imaginación me permita vivir en sociedad.
¿De qué forma ha influido este medicamento para la creación de tus obras?
Para interpretar mi realidad. Porque, aunque no quiera es una firma de mi sangre, de mi espíritu, de mis delirios. Ya que desde los 19 años los consumo.
El Casino Metropolitano
El arte emergente es desconocido. Es un círculo donde no a cualquiera aceptan. “Tardé dos años en que Leonardo Cárdenas, el encargado del Casino y Rafael Uriega, el curador de esta galería. Aceptaran montar My Bloody Fear, título de esta exposición de mis fotografías. ” Comentó Gustavo Rodríguez.
¿Cuál es el tiempo que se ha asignado a My Bloody Fear para exhibirse en el Casino?
Durará un mes, pero el servicio no es continuo en la galería, debido a que el arte es emergente. Los interesados en verla, deben pedir una cita y personalmente les hago una visita guiada, preferentemente, los fines de semana, desde el medio día.
¿Qué tanto has luchado para dar a conocer tu obra?
--Bastante, y el Casino es de esas oportunidades que no se deben desaprovechar, porque he batallado para abrirme paso, por ejemplo me han rechazado en “La refaccionaria”, los motivos, de quienes la coordinan, es por mi trayectoria: “Tú no puedes, tienes formación de diseñador gráfico, no eres candidato optimo para el arte.”
¿Para ti qué es el arte?
La libertad de expresarte y decir lo que uno quiera
Pensamientos
El hombre cambia de hábitos alimenticios, de lecturas, ¿tus ojos de qué lecturas se alimentan?
--En la adolescencia he leído de todo, a horita, a mis 27 años estoy con textos de Michel Foucault, acerca de la hermenéutica del sujeto, lo cual trata sobre la preocupación de sí, el cuidado de uno mismo, para darle al alma un cause certero en la vida.
¿Hacía qué cause se dirige el arte en México, sea pintura, dibujo y fotografía?
--El arte contemporáneo de los jóvenes mexicanos, viene de un reciclaje de las generaciones pasadas. Reflejamos una charla entre nosotros. Le apostamos a que podemos convivir juntos como sociedad.
¿Una foto?
Uno de tus dibujos contiene un par de policías mofándose, parece de quien los observa, ¿cuál era el contexto cuando tomaste la foto?
--El dibujo es un fotomontaje aparecen como si flotaran, pero para obtener esa imagen primero saqué una foto, como lo hago en toda mis obras. El entorno era un segundo piso, seguido pasaba cuando lo construían, porque estaba haciendo tomas para un trabajo escolar, se me hacia tedioso hacer casi lo mismo, entonces se me ocurrió decirle a un par de policías que me topé: “oigan estoy trabajando en una película, ¿puedo sacarles una foto?”, se emocionaron e inmediatamente me dijeron sí.
Entonces ¿es frecuente que idees un pretexto para tomarle fotos a la gente?
--Lo hago para llamar su atención, y accedan, recientemente andaba por la calle de Donceles, en el Centro, saqué mi cámara en un puesto, donde vendían juegos de gotcha, pero los dueños se molestaron, y me obligaron a que la guardara. Sintieron que denunciaría la venta de sus chacharas, y me empujaron. Los invadí.
¿Cuál es tu límite para decir: esta foto, no la saco, invado la privacidad de la gente?
-- Un parámetro no lo tengo, pero cuando me dicen: “baja la cámara”, no insisto, porque sino te dan un madrazo. Caso contrario son los periodistas, que son sensacionalistas, les vale madres si ofenden al otro, con tal de tener su foto.
Al entrar a esta vieja construcción de tres pisos, situada a un costado del Museo Interactivo de Economía (MIDE). El visitante, desde el primer contacto visual con el interior del lugar, tomará su tiempo para escudriñar su enorme dimensión y sentirse extraviado, porque a simple vista no se aprecia más que el eco de quien haga un ruido.
Deberá subir unas escaleras de metal, y sólo entonces mirará en los muros de esa única habitación, el colgar de más de cuarenta imágenes.
Destacan la de un par de policías riéndose entre sí, o qué tal una jaula de cuero, un escape de un Sedan chorreando orines, y por supuesto, el cráneo totalmente desnudo de vida, pero acompañado de su cuerpo entero, que todavía conserva la piel y su vestimenta.
El recorrido será posible, si previamente se efectúa una cita telefónica, con el creador de estas imágenes y así se pueda interactuar con el artista, un joven estudiante de diseño gráfico, en la UAM Xochimilco, Gustavo Rodríguez Nava, quien a sus 27 años de edad consigue su primera exposición fuera de su escuela.
¿En qué consiste tu trabajo?
--En recuperar mi memoria de la ciudad de México, los recuerdos colectivos de sus habitantes, mediante sus personajes de la urbe, los agentes de transito, los barrenderos, por mencionar algunos. Son diez años, que he recorrido las calles en busca de rostros, seres, a los cuales les pido antes de oprimir el obturador “me deja tomarle una foto”.
Tus imágenes son una simbiosis dibujo y fotografía, ¿cómo lo haces?
--Dibujo encima de los fotogramas de las películas. Para facilitarlo uso animación en computadora, a este proceso se le denomina rotoscopia digital. Sin embargo, también aplico otras técnicas por ejemplo, al obtener una fotografía, le puedo hacer un fotomontaje a la imagen y después le coloco un par de dibujos digitales a esa foto.
En algunos de tus dibujos se refleja el alcohol, las drogas, ¿es una crítica a los excesos en la ciudad?
-- No, sino mi vida fluyendo, con un medicamento que consumo “Clotixon”, sirve para regular la dopamina en el cerebro. Esta sustancia controla algún desorden en mis pensamientos. Para que mi imaginación me permita vivir en sociedad.
¿De qué forma ha influido este medicamento para la creación de tus obras?
Para interpretar mi realidad. Porque, aunque no quiera es una firma de mi sangre, de mi espíritu, de mis delirios. Ya que desde los 19 años los consumo.
El Casino Metropolitano
El arte emergente es desconocido. Es un círculo donde no a cualquiera aceptan. “Tardé dos años en que Leonardo Cárdenas, el encargado del Casino y Rafael Uriega, el curador de esta galería. Aceptaran montar My Bloody Fear, título de esta exposición de mis fotografías. ” Comentó Gustavo Rodríguez.
¿Cuál es el tiempo que se ha asignado a My Bloody Fear para exhibirse en el Casino?
Durará un mes, pero el servicio no es continuo en la galería, debido a que el arte es emergente. Los interesados en verla, deben pedir una cita y personalmente les hago una visita guiada, preferentemente, los fines de semana, desde el medio día.
¿Qué tanto has luchado para dar a conocer tu obra?
--Bastante, y el Casino es de esas oportunidades que no se deben desaprovechar, porque he batallado para abrirme paso, por ejemplo me han rechazado en “La refaccionaria”, los motivos, de quienes la coordinan, es por mi trayectoria: “Tú no puedes, tienes formación de diseñador gráfico, no eres candidato optimo para el arte.”
¿Para ti qué es el arte?
La libertad de expresarte y decir lo que uno quiera
Pensamientos
El hombre cambia de hábitos alimenticios, de lecturas, ¿tus ojos de qué lecturas se alimentan?
--En la adolescencia he leído de todo, a horita, a mis 27 años estoy con textos de Michel Foucault, acerca de la hermenéutica del sujeto, lo cual trata sobre la preocupación de sí, el cuidado de uno mismo, para darle al alma un cause certero en la vida.
¿Hacía qué cause se dirige el arte en México, sea pintura, dibujo y fotografía?
--El arte contemporáneo de los jóvenes mexicanos, viene de un reciclaje de las generaciones pasadas. Reflejamos una charla entre nosotros. Le apostamos a que podemos convivir juntos como sociedad.
¿Una foto?
Uno de tus dibujos contiene un par de policías mofándose, parece de quien los observa, ¿cuál era el contexto cuando tomaste la foto?
--El dibujo es un fotomontaje aparecen como si flotaran, pero para obtener esa imagen primero saqué una foto, como lo hago en toda mis obras. El entorno era un segundo piso, seguido pasaba cuando lo construían, porque estaba haciendo tomas para un trabajo escolar, se me hacia tedioso hacer casi lo mismo, entonces se me ocurrió decirle a un par de policías que me topé: “oigan estoy trabajando en una película, ¿puedo sacarles una foto?”, se emocionaron e inmediatamente me dijeron sí.
Entonces ¿es frecuente que idees un pretexto para tomarle fotos a la gente?
--Lo hago para llamar su atención, y accedan, recientemente andaba por la calle de Donceles, en el Centro, saqué mi cámara en un puesto, donde vendían juegos de gotcha, pero los dueños se molestaron, y me obligaron a que la guardara. Sintieron que denunciaría la venta de sus chacharas, y me empujaron. Los invadí.
¿Cuál es tu límite para decir: esta foto, no la saco, invado la privacidad de la gente?
-- Un parámetro no lo tengo, pero cuando me dicen: “baja la cámara”, no insisto, porque sino te dan un madrazo. Caso contrario son los periodistas, que son sensacionalistas, les vale madres si ofenden al otro, con tal de tener su foto.
miércoles, 25 de junio de 2008
Diapositivas latinoamericanas en las rejas de Chapultepec
Fotografiar “la dignidad y no la miseria” de los pueblos latinoamericanos, ha sido la labor de Ariel Carlomagno, quien gracias a la empatía de su lente con los personajes, paisajes y animales, logró capturar 120 instantes en diapositivas, que son expuestos en una galería al aire libre, en la avenida más importante de la ciudad de México.
Durante dos años su mirada atravesó montañas, atrapó la luz y la oscuridad de las selvas. Para compartir los colores del aire, la textura de la arena, la temperatura de playas y glaciares, por mencionarse algunas regiones inimaginables, que hoy dejan el anonimato para los defeños y son exhibidas formalmente en la exposición Latidos de América: construyendo razones para andar.
“Me siento complacido de lo que he visto a través de la lente, porque las personas que han caminado frente a las rejas del Bosque de Chapultepec se sienten atraídas por los colores, al ser representados fielmente.”
¿Cómo está compuesta la exposición?
--En Imágenes de 23 países, se muestran sus parques nacionales, sus ciudades y etnias, como las amazónicas cuyos paisajes naturales son afectados por el cambio climático.
La exposición muestra imágenes llenas de negro, algunas con colores ocres y azules, ¿a qué se debe?
-- Se imprimieron digitalmente. Si se hubiera igualado los colores no representarían el momento. Se intentó representar el color, porque en muchas fotografías no se usó el flash. Por ejemplo, al capturar la imagen de unas personas que estaban caminando durante la noche, sobre la carretera, con un panorama de total oscuridad, entonces decidí tomarla sólo con la luz de un automóvil que pasó.
¿Antes de tomar las fotografías a las personas y a sus comunidades interactuó con ellos?
--Existió un vínculo antes de hacer la imagen, me les acercaba y les daba a conocer mi proyecto, porque al fin y al cabo son los protagonistas de mi trabajo, pero siempre fui bienvenido. Con los gobernantes de ciertos pueblos, se extrañaban y me preguntaban si deseaba exhibir su miseria, y les respondía que no, sino plasmar su dignidad.
¿Con su proyecto no se sentían invadidos o acosados los pobladores?
--Antes de que llegara, descubrí que los antropólogos no son bien vistos, porque realizaban muchos estudios con las etnias, debido al impacto que generan, el contacto occidental. Pero, en mi caso, un comité conformado por los pobladores determinó, sí aceptar mi visita, siempre y cuando no se sintieran invadidos.
¿En sus viajes por Latinoamérica qué le ha preocupado ver?
--La mirada de las gentes está agonizando, debido a los recursos naturales que se han perdido, por la tala de árboles. Por lo tanto, sus tierras ya no dan para vivir. Se están enfermando y no tienen ayuda para su salud. Por ello, estoy promoviendo la unión de un grupo llamado Nueve, en el que trabajo con médicos comprometidos a conseguir recursos económicos, para el cuidado del medio ambiente y asistir a los habitantes de esta zona, el pulmón del mundo.
Ariel Carlomagno, originario de argentina, y con 31 años de vida define su trabajo que actualmente se presenta sobre Paseo de la Reforma, en las rejas del Bosque de Chapultepec, a la altura del Museo de Arte Moderno, hasta llegar enfrente del Museo Nacional de Antropología, como “un tributo a nuestras riquezas, a lo que pensamos que nos aleja y divide, pero, que se unifica a través de la imagen, por ser un puente para acercarnos y descubrir que nuestras diferencias son nuestras riquezas, y no la uniformidad”.
lunes, 23 de junio de 2008
Agapea, Librería virtual en México
El consorcio de librerías españolas Agapea, Libros urgentes llega a México, al inaugurarse este fin de semana la primera en nuestro país y su quinta librería a nivel mundial.
Los libros que no existen aquí, Agapea, se darán a la tarea de traerlos, “ya sea de España, Alemania y Gran Bretaña”. Comentó Ricardo Sandoval encargado de la planeación, y representación legal de esta firma ibérica en México.
Las librerías tienen primero su espacio físico y después crean su página en Internet, para vender sus productos. Agapea funcionó al revés. Primero se ha creado la librería virtual y después los espacios físicos para distribuir los libros.
--¿Cómo es el procedimiento de compra de libros por encargo vía Internet?
--Existen dos formas para obtenerlos, la primera, que el cliente haga su pedido desde la página española, www.agapea.com, y le llegue hasta su domicilio, por eso libros urgentes, y la segunda, sería recogerlo en la sucursal mexicana, que está a una cuadra del metro Polanco, en la calle de Arquímedes, esquina con Horacio, pero estas dos opciones serán disponibles hasta el próximo mes. Aclaró David Arambúl, coordinador de Agapea México.
--¿Qué tipo de libros encontrarán los lectores?
--Desde betseller, meditación, salud, libros de enigma, tradiciones, arte y cultura hasta novela y poesía, que se encuentran disponibles en Arquímedes 130, local 18.
El establecimiento de la librería, tiene dimensiones reducidas, “pero en poco tiempo será acondicionada con más anaqueles para poder colocar libros: de divulgación científica, estudios culturales, arte y estética, filosofía y pensamiento. ¡Sólo que decidimos abrir ya!” Puntualizó David Arambúl.
Agapea en América
Miguel Ángel Ferrero es el creador de Agapea, se asocia con Antonio López Vallo y Pilar Yánez, los editores y dueños de Sirio y Nirvana.
Al conseguirse 4 librerías funcionando en España. Los dueños de este concepto, deciden probar el mercado en Latinoamérica.
--¿Piensan expandirse en México?
--En el Distrito Federal, se planea instalar un par de librerías en el sur de la ciudad, y en la República Mexicana, sería en Puebla, Monterrey y Guadalajara, pero sin una fecha precisa todavía. Respondió Ricardo Sandoval, uno de los tres encargados de Agapea en México.
--¿Son similares los precios de Agapea comparados con Gandhi y El Sótano?
--Intentamos tener los precios y descuentos más similares de éstas librerías, pero deseamos abaratar los precios de los libros que sean pedidos al extranjero, para lograrlo, la gente debe venir a recogerlos a la librería, ese sería nuestro plus que se le ofrece al público.
-- ¿Es una estrategia de marketing el establecer Agapea México adentro de una plaza comercial?
--La explicación viene desde el logotipo de Agapea, que es muy similar al símbolo de empresas de mensajería y estafeta, las cuales, en su mayoría, brindan el servicio al interior de las plazas comerciales. Y se sienta familiarizado el cliente con conseguir libros mediante el envío. Afirmó David Arambúl
La gente
Javier Cruz, una de las decenas de gentes que se acercaron a la inauguración de Agapea México, consideró la apertura de la librería, como: “valiosa, por ser una alternativa más. Donde la gente se acudirá si sus libros son de calidad y con precios accesibles”, pero con una duda terminó su comentario, este hombre de 35 años de edad, ¿la compra de libros vía Internet reduce o incrementa la piratería, una de las problemáticas de la industria editorial?
viernes, 20 de junio de 2008
Para romper el hielo
Ningún momento se contempla dos veces, más que alguien tome una placa, mejor dicho, se de a la tarea de disparar con su digital, y plasme el pedazo de la realidad que desea.
De no ser así, se puede evocar a las imágenes, los sonidos, los gestos, los colores y las emociones que envuelven a una persona a través de la escritura.
Con tal de dejar registro del color y el claro oscuro de la siguiente entrevista realizada al fotógrafo mexicano Lázaro Blanco, al Inaugurarse la exposición “A propósito del ambiente de Lázaro Blanco”.
El aguante
El ser humano se nutre de su entorno, de las artes, de la música. Hay quienes no se encasillan en un género, pero saben que les gusta “la música, música, es decir la que es más compleja como la creada por Gustav Mahler”, contestaría el fotógrafo Lázaro Blanco, quien la disciplina de averiguar lo que pasa a su alrededor.
Un rasgo de Lázaro Blanco, es la constancia, pues de forma ininterrumpida, se ha despertado todos los sábados a las 4:30 de la mañana, con la finalidad de prepararse, para conseguir llegar a las siete de la mañana a la Casa del Lago, en el Bosque de Chapultepec.
No para respirar un aire fresco, sino para impartir su taller de fotografía, que lleva 40 años y asisten personas que cursan la secundaria hasta jóvenes adultos, de universidades.
Las pláticas, los rostros de hombres y mujeres, no le han faltado en estas cuatro décadas a Lázaro Blanco, pero ¿Qué le deja convivir con tantos jóvenes?
“Cuando trabajé de maestro en el Colegio Americano, en el cual duré 20 años, escuché decirle un compañero maestro a otro: Tú quieres estar en contacto con los jóvenes para no dejar de sentirte joven. Me impresionó mucho esa reflexión, y me hice la pregunta ¿eso ocurre conmigo?”.
Como profesor de fotografía, Lázaro Blanco dice haber entendido que la gente reacciona mediante los estímulos, y uno no puede imponerles nada, “se les puede decir cosas que les abra la curiosidad, pero solamente”.
Algunas gentes que asistieron a sus, han sido Fabricio León, quien es Premio Nacional de Periodismo y Antonio Turok, “por mencionar sólo algunos que ahora son muy reconocidos”.
¡Muy tonta!
Originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, Lázaro Blanco conoció Los Estados Unidos, a los 16 años de edad, porque “mis padres me inscribieron en una escuela para que aprendiera inglés. Lo cual no me ilusionaba, pero todos mis paisanos anhelaban desde la cuna, estar del otro lado, y vivir el Sueño Americano.
Sus primeros acercamientos con el mundo de la fotografía fueron cuando estudiaba en la Facultad de Ciencias de la UNAM.
“En la escuela usábamos a la fotografía para investigar, registrar los datos de un experimento que uno iba sacando, pero hasta los 27 años de edad fue cuando me interesó de otro modo, y ni tenía cámara fotográfica en ese momento.
Cuando estaba aprendiendo fotografía decidió irse a Nueva York, y obtuvo “muchos conocimientos, y relaciones con grandes personas”, “pero realmente, vivir en Estados Unidos no me gusta”. Afirmaría sin despreciar a la nación norte americana.
E.: En todo su acervo de vivencias han poseído sus manos varias cámaras ¿Cuál fue la primera que tuvo, o hay alguna que sea su preferida?
L.B.: ¡Hay no!, esa es una pregunta…con el debido respeto, ¡muy tonta! --con una carcajada mostraría su dentadura y disgusto, pero finalizaría--: Uno usa lo que necesita, y es lo que puedo decir.
E.: ¿Existe algún momento clave en su vida que le haya tocado plasmar a través de su cámara?
L.B.: Es muy común decir que todos los momentos son inolvidables, pero para mí todas las experiencias han sido inolvidables, vea esa, --señalaría una de las imágenes de su exposición recién inaugurada en la sala uno de Biblioteca de México José Vasconcelos. La foto destaca de las demás, por ser en blanco y negro, se muestra un árbol situado a un costado de una carretera, en donde un cerdo ha sido colgado del cuello.
--Es una atrocidad, es muy impactante emocionalmente ver esa imagen. Pero, en si, no puedo decir; he vivido una experiencia maravillosa. Todo en la vida es inolvidable, sólo que uno las va calificando.
E.: ¿Hay algo que no se pueda registrar con una cámara?
L.B.: No lo sé, pero ¿qué se necesita para crear una imagen?, --un breve silencio realiza Lázaro Luna mientras espera que se le conteste su pregunta, al no oír una respuesta, diría--: ¡La Luz, si no hay ese elemento, no se obtiene nada!
E.: Cada fotografía que nace posee ciertos elementos, por lo tanto los fotógrafos mexicanos se distinguen de los extranjeros por fijarse en ciertas características en sus imágenes?
L. B.: Nunca hago esa clase de comparaciones. Lo importante es lo que hacen…La imagen que dejan. Por ejemplo, el fotógrafo norteamericano Edward Weston, no pienso en él, sino en sus imágenes, como: “El pimiento”, “El excusado” y “El tenedor”, obras tan criticadas, pero a mi me gustan, porque veo las imágenes.
Hay bueno, hay no sé
Su exposición recién inaugurada muestra insectos, paisajes, animales, la degradación del ambiente en distintos estados de la República Mexicana, evidentemente se ve una denuncia ¿Qué diferencia hay entre el oficio de un fotógrafo y un fotoreportero?
¡Hay bueno, es mínima!, -- contestaría con un tono de inconformidad, y sus brazos que estaban semienredados a su pecho, se flexionarían como queriendo manotear a la pregunta--, --es término básico. Uno documenta y el otro crea, en ocasiones,--recalcando con su voz áspera, el “en ocasiones”.
E.: se lo pregunto porque ¿pareciera que muchos fotógrafos mexicanos evocan temas nacionalistas en sus composiciones, muestran a indígenas en sus comunidades, en la miseria y con los pies descalzos?
L. B.: Es común y corriente, no salen de eso. Es una verdadera ofensa hacía esas personas, porque los transforman en objetos de decoración. Me parece una salvajada. Se les deja de ver como personas y pasan a convertirse en objetos llenos de florecitas y atuendos.
E.:¿Se requiere retratar el espíritu con la foto?, ¿la esencia del ser?
L. B.: ¡Hay¡, ¿para qué me pregunta esas cosas?, --súbitamente su irritación se incrementó--, pero decidió cortar de tajo con…”Yo nada más lo que veo”.
¡Mire Mis imágenes!
El fotógrafo Lázaro Blanco, de pie, afuera de la sala de exposiciones uno de la Biblioteca de México, rodeado por sus alumnos, no podía ocultar un evidente y marcado reaccionar de desagrado, por estas preguntas, e intentó mantener la paciencia, pero al oír:
¿Qué significa la fotografía para Lázaro Blanco? Optó por decir escuetamente, --¡Ahí está muy claro!, ¡mire mis imágenes!
E.: ¿Después de la exposición inaugurada en la Biblioteca México, cuáles son sus planes a mediano o largo plazo?
L.B: ¡Hay no sé!, --contestaría con una voz que se le percibía un disgusto a la décima potencia, como si estuviera apunto de apretar el obturador de su paciencia, pero antes de que su rostro fuera invadido por el enojo, decidió instalar un semblante de risa y tranquilidad, para responder lo siguiente: “en primer lugar ésta exposición, no estaba contemplada, se realizó por la insistencia y apoyo de mis alumnos”.
Poco, a poco, parecía encapsular su lengua, para responder ya nada. Si sucedía eso, había que aprovecharse los segundos y las palabras, antes de que ocurriera ese escenario.
E.: ¿Cómo podría definir mediante palabras, lo que ha sido la fotografía en su vida?
L. B: No puedo decir nada. Hay muchos que les gusta hacer sus declaraciones. Eso me fastidia, me choca, discúlpeme.
E.: Maestro, está en su derecho de no responder, pero al mencionar “hay quienes hacen declaraciones”, me remite a las personas que aseguran que la fotografía sólo se podrá hacer digitalmente, y las analógicas serán para los museos y los coleccionistas.
L. B.: Sí, hay quien opina así, pero no se dan cuenta que viven en una doble crisis tecnológica, la digitalización vino a desbancar a la plata, porque es más rápida, implica menos esfuerzo, pero tiene un contra, la gente no imprime sus fotos, las deja en la computadora y se está colapsando por sí misma.
Quiero dejar algo en claro, y no debe olvidarse, los fotógrafos no mantenemos viva a la industria, sino la gente, el público, y sino imprime, se viene para abajo.
Lázaro usa el ¡Colooooor!
La voz que humeaba señales de un eminente hermetismo, y rechazo de las preguntas que se le hacían en la entrevista, pudo aclarar un detalle de su reciente exposición, “nunca había presentado fotos ha color, es la primer vez que lo hago, porque es muy defectuoso el método de digitalizar las imágenes, y cuesta mucho dinero”.
E.: ¿Considera que las instituciones de cultura en México no promueven el gusto por la fotografía, o qué no valoran el trabajo de los profesionales de este oficio?
L. B.: Lo que dice, no es una buena pregunta, porque el valor se lo da cada quien. Si el fotógrafo es bueno, no requiere apoyos, se va al mundo y en todos lados lo aceptan.
E.:Para concluir maestro, ¿cuál es su color favorito?
L. B.: El azul
Sorpendido, como si oyera al viento maullar preguntaría Lázaro Blanco, -- y ¿para qué esa pregunta?
E.: Para romper el hielo…
miércoles, 18 de junio de 2008
José Luís Cuevas no estará en el MUAC
José Luís Cuevas declaró con un tono de reclamo, la decisión de no considerársele alguna de sus obras, como parte de la colección que albergará el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
“se me ha ignorado. Ningún grabado, pintura o dibujo mío estarán en este recinto, siendo que doné a la UNAM, hace tiempo, el Dibujo más grande del mundo”. Declaró el artista plástico. En la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes al finalizar la conferencia “José Luís Cuevas autorretratos y autor representaciones”.
El pintor, grabador y escultor nacido en 1934 en la Ciudad de México realizó este comentario la tarde de este miércoles, y aseveró que La colección del (MUAC) albergará la creación de los 60 artistas más importante de arte contemporáneo que hay en México, pero para Graciela de la Torre, directora de Artes Visuales de la UNAM desde 1994, “no existo, no me conoce o creo que le caigo mal como a muchas personas”.
En contraste, el artista perteneciente a la corriente de la Ruptura, dijo sentirse encantado porque después de 50 años, se le abrieron las puertas de Bellas Artes para ser recibida la exposición-homenaje José Luís Cuevas que reúne una selección de 258 piezas.
Al respecto, de la selección de piezas, Aclaró que por razones de espacio fue necesario quitar obras, quedando fuera 100 obras, “como no cupieron serán inauguradas el 10 de Junio en el Museo José Luís Cuevas”.
jueves, 12 de junio de 2008
“No soy ministerio público, trato de ser un periodista”
Le quita al silencio el momento de existir. Rellena con una voz grave a la palabra y envuelve con tono sarcástico los gestos de su rostro. Elementos fundamentales, al expresarse Javier Solórzano Zinzer, quien evidencia su hablar con metáforas. Necesarias al dar un comentario, una explicación.
Su profesión de periodista lo hace que tenga puesto los zapatos más acojinados por dentro, al estar continuamente en movimiento, como nómada de un lugar a otro.
Su trayectoria en el mundo de la comunicación en México ¿lo sitúan como uno de los informadores de radio y TV, en una carnicería por obtener raiting, o deseoso de la fama y el poder omnipresente que un día tuvo Jacobo Zabludovsky?
Una pregunta, la cual consiguió estirar sus labios de Javier Solórzano hacía sus ojos, para despertar en él, una sonrisa, que no mostraba su dentadura, hasta que…fracción de segundos después respondía con tranquilidad…“si existe, ¡no me rajo!, pero yo no estoy en la lista, me interesa hacer lo que puedo hacer”.
Además, --empezando a desmenuzar la pregunta—, --mucha gente nunca lo querría, por lo que significó hace muchos años. ¿Hoy todo se es democrático no?, ¿dónde se estaba hace 15 años? --Cuestionaría a la propia pregunta y definiría--: --Con programas de TV que hablaban maravillas del PRI y del gobierno.
El conductor de los programas: Solórzano en la red, del Canal 22 y Radio Trece Noticias, al concluir su respuesta miraba las manecillas de su reloj para atender su tiempo, y es que minutos antes había concluido de moderar una de las conferencias del Encuentro internacional de cultura y medios, organizado por Televisión Metropolitana, en el Aula Magna José Vasconcelos, del Centro Nacional de las Artes, y de bote pronto le buscaban los flash de cámaras para “una foto por favor”.
Con actitud humilde y sin soberbia Javier Solórzano aceptaba la docena de peticiones de inmortalizarlo digitalmente, y de responder a las preguntas de quien se acercaba a conversar de algunos temas que le apasionan, el fútbol y estar frente al micrófono. Sus inquisidores, fueron en su mayoría mujeres jóvenes, estudiantes de la carrera en Ciencias de la Comunicación.
Algunas quedaban rezagadas porque otras “llegaron primero”, para estar frente a él, en ese lapso de espera, un grupito murmuraría: “Si que es alto y sus ojos se ven azules. En serio. Vean su cabello, es casi plateado ¿no?”.
Mejor muévete que ya se va. --Le insistirían con carcajadas a una persona convencida en que, “si hay Luís Miguel de la noticia, por qué no ha de haber el Richard Gere de la información”.
La experiencia laboral lo ha llevado a reflexionar sobre una pregunta ¿Si se asume como líder de opinión? Del cual está seguro no serlo “por ser un concepto peligroso”. Pero ¿Cuál podría ser la función de un líder de opinión?
--al ejemplificar su respuesta, se evidenció su conocimiento como periodista en IMEVISION, después llamada TV Azteca, pasando por Televisa.
--El sentido que tenemos que tener los que escribimos, o estamos frente aun micrófono, o salimos en la televisión, debe ser múltiple. Especializarnos en algunas áreas. Entender lo que pasa en el país. Entender que hoy no tiene sentido decir nada sino has escuchado a los partícipes de una información. El concepto de ¿líder de opinión?, –dudaría con tono de incertidumbre—, --Me duele un poquito el estómago, porque realmente no sé cómo contestar, porque nadie me ha dado el título. No terminé de estudiar y me dijeron desde mañana tiene el título de líder de opinión. Es un concepto muy usado, con cierta perversidad.
Libertad de expresión
La dirección efímera del diario El Independiente, del que era dueño, el empresario argentino, Carlos Ahumada, hasta sus incontables mancuernas, ya sea en radio o en TV con Carmen Aristegui, son momentos en su vida que pueden dejarlo en la imagen colectiva de telespectadores o radioescuchas, como un Solórzano que ha vivido de cerca la evolución de la ¿libertad de hablar?, de ver los programas de análisis transmitidos en televisión cómo Zona abierta y Tercer grado, por mencionar ¿ejemplos de una generación de libertad de expresión en México?
--Es un buen asunto, que no te voy a contestar, --respondería tajantemente Javier Solórzano.
E.: ¿Por qué?
--No me siento en posición de juzgar a mis colegas. Nunca lo he hecho. La libertad de expresión, la tomaría como una de las bases para intentar de entenderlo. La otra parte es que se va ensanchando la libertad de expresión. El que veo es el de Denise Maerker (Punto de partida), porque va al meollo de las cosas.
E.: Entonces siente que ¿La línea editorial en las empresas donde ha trabajado afecta su ética periodística?
--Contestarlo es muy largo, porque es un problema que tengo desde hace 35 años. Me ha pasado de todo por fortuna. Esto es como Emiliano Zapata, “la tierra es de quien la trabaja”, la libertad de expresión es de quien la trabaja.
–como gato que se eriza, Javier Solórzano, al responder, subía los hombros como deseando tocar su cuello--. --Me han tratado de cerrar las puertas. Nunca he hecho algo de lo que me arrepienta. He batallado e intento de insertarme en un país que uno siempre quisiera. Es como un juego de los niños: ¡los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán!
Su espontaneidad fluía como todo un rayo de luz, mientras las luces del Aula Magna de la Sala José Vasconcelos eran apagadas para ir desalojándola, y así con una tenue mirada por la escasa iluminación y un par de momentos en que posaba su mano en su frente, evocaba sus recuerdos, Javier Solórzano al definir ¿qué ha sido el periodismo en su vida?
--El periodismo me atrapó en la vida. Quería ser sociólogo e irme a vivir al campo. No me fui por problemas familiares. Me atrapó el periodismo. Cuando tenía 11 años de edad, leía el Excélsior, y me gustaba hojear la sección de deportes. Me interesaban dos cosas: cuándo jugaban los Diablos Rojos del México y cuánto quedaron las Chivas. Descubrí que tenía un sentido común banal y barato, deseaba saber qué pasaba. Lo que me costó trabajo fue irme metiendo en algún lado. Le guardo respeto a la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco (UAM) porque trabajé en ella durante 15 años de investigador. Quería estudiar análisis de contenidos. Deseaba saber qué pasaba en el país, porque nada es casual. Como me dijo el Subcomandante Marcos: “iba a Acapulco, pero me desvié a Chiapas”, ¿qué quiere decir esto?, en mi caso, terminé desviándome a Zihuatanejo, pero iba a Acapulco. Era lo único que tenía claro, deseaba ir para allá. Mis rutas no importaban. Lo que quería era hacer esto. En este momento estoy muy tranquilo porque no soy ministerio público…trato de ser un periodista.
Su exploración cotidiana en el mundo, le ha de exprimir sus sentidos, a un punto de ¿Ejerce el periodismo con pasión?
--Por su puesto, sino hay pasión en la vida no hay nada. Sino sudas y sientes cosas nuevas. Si no hay pasión no hay diversión. Diario trato de no perder de vista que es una oportunidad, ahí de mí si se me va. Trato de no fallar goles. Si fallo intento jugar el partido de revancha, pero me importa más la ética, los principios, que equivocarme, porque cualquiera se equivoca ¿No falla Ronaldinho los penales? --Dejaría Javier Solórzano esa pregunta sin fecha de caducidad, como sus pasos pasajeros que se alejan, igual que las luces, y una estela, su voz, que se va perdiendo lentamente, hasta quedar únicamente silencio y oscuridad.
Su profesión de periodista lo hace que tenga puesto los zapatos más acojinados por dentro, al estar continuamente en movimiento, como nómada de un lugar a otro.
Su trayectoria en el mundo de la comunicación en México ¿lo sitúan como uno de los informadores de radio y TV, en una carnicería por obtener raiting, o deseoso de la fama y el poder omnipresente que un día tuvo Jacobo Zabludovsky?
Una pregunta, la cual consiguió estirar sus labios de Javier Solórzano hacía sus ojos, para despertar en él, una sonrisa, que no mostraba su dentadura, hasta que…fracción de segundos después respondía con tranquilidad…“si existe, ¡no me rajo!, pero yo no estoy en la lista, me interesa hacer lo que puedo hacer”.
Además, --empezando a desmenuzar la pregunta—, --mucha gente nunca lo querría, por lo que significó hace muchos años. ¿Hoy todo se es democrático no?, ¿dónde se estaba hace 15 años? --Cuestionaría a la propia pregunta y definiría--: --Con programas de TV que hablaban maravillas del PRI y del gobierno.
El conductor de los programas: Solórzano en la red, del Canal 22 y Radio Trece Noticias, al concluir su respuesta miraba las manecillas de su reloj para atender su tiempo, y es que minutos antes había concluido de moderar una de las conferencias del Encuentro internacional de cultura y medios, organizado por Televisión Metropolitana, en el Aula Magna José Vasconcelos, del Centro Nacional de las Artes, y de bote pronto le buscaban los flash de cámaras para “una foto por favor”.
Con actitud humilde y sin soberbia Javier Solórzano aceptaba la docena de peticiones de inmortalizarlo digitalmente, y de responder a las preguntas de quien se acercaba a conversar de algunos temas que le apasionan, el fútbol y estar frente al micrófono. Sus inquisidores, fueron en su mayoría mujeres jóvenes, estudiantes de la carrera en Ciencias de la Comunicación.
Algunas quedaban rezagadas porque otras “llegaron primero”, para estar frente a él, en ese lapso de espera, un grupito murmuraría: “Si que es alto y sus ojos se ven azules. En serio. Vean su cabello, es casi plateado ¿no?”.
Mejor muévete que ya se va. --Le insistirían con carcajadas a una persona convencida en que, “si hay Luís Miguel de la noticia, por qué no ha de haber el Richard Gere de la información”.
La experiencia laboral lo ha llevado a reflexionar sobre una pregunta ¿Si se asume como líder de opinión? Del cual está seguro no serlo “por ser un concepto peligroso”. Pero ¿Cuál podría ser la función de un líder de opinión?
--al ejemplificar su respuesta, se evidenció su conocimiento como periodista en IMEVISION, después llamada TV Azteca, pasando por Televisa.
--El sentido que tenemos que tener los que escribimos, o estamos frente aun micrófono, o salimos en la televisión, debe ser múltiple. Especializarnos en algunas áreas. Entender lo que pasa en el país. Entender que hoy no tiene sentido decir nada sino has escuchado a los partícipes de una información. El concepto de ¿líder de opinión?, –dudaría con tono de incertidumbre—, --Me duele un poquito el estómago, porque realmente no sé cómo contestar, porque nadie me ha dado el título. No terminé de estudiar y me dijeron desde mañana tiene el título de líder de opinión. Es un concepto muy usado, con cierta perversidad.
Libertad de expresión
La dirección efímera del diario El Independiente, del que era dueño, el empresario argentino, Carlos Ahumada, hasta sus incontables mancuernas, ya sea en radio o en TV con Carmen Aristegui, son momentos en su vida que pueden dejarlo en la imagen colectiva de telespectadores o radioescuchas, como un Solórzano que ha vivido de cerca la evolución de la ¿libertad de hablar?, de ver los programas de análisis transmitidos en televisión cómo Zona abierta y Tercer grado, por mencionar ¿ejemplos de una generación de libertad de expresión en México?
--Es un buen asunto, que no te voy a contestar, --respondería tajantemente Javier Solórzano.
E.: ¿Por qué?
--No me siento en posición de juzgar a mis colegas. Nunca lo he hecho. La libertad de expresión, la tomaría como una de las bases para intentar de entenderlo. La otra parte es que se va ensanchando la libertad de expresión. El que veo es el de Denise Maerker (Punto de partida), porque va al meollo de las cosas.
E.: Entonces siente que ¿La línea editorial en las empresas donde ha trabajado afecta su ética periodística?
--Contestarlo es muy largo, porque es un problema que tengo desde hace 35 años. Me ha pasado de todo por fortuna. Esto es como Emiliano Zapata, “la tierra es de quien la trabaja”, la libertad de expresión es de quien la trabaja.
–como gato que se eriza, Javier Solórzano, al responder, subía los hombros como deseando tocar su cuello--. --Me han tratado de cerrar las puertas. Nunca he hecho algo de lo que me arrepienta. He batallado e intento de insertarme en un país que uno siempre quisiera. Es como un juego de los niños: ¡los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán!
Su espontaneidad fluía como todo un rayo de luz, mientras las luces del Aula Magna de la Sala José Vasconcelos eran apagadas para ir desalojándola, y así con una tenue mirada por la escasa iluminación y un par de momentos en que posaba su mano en su frente, evocaba sus recuerdos, Javier Solórzano al definir ¿qué ha sido el periodismo en su vida?
--El periodismo me atrapó en la vida. Quería ser sociólogo e irme a vivir al campo. No me fui por problemas familiares. Me atrapó el periodismo. Cuando tenía 11 años de edad, leía el Excélsior, y me gustaba hojear la sección de deportes. Me interesaban dos cosas: cuándo jugaban los Diablos Rojos del México y cuánto quedaron las Chivas. Descubrí que tenía un sentido común banal y barato, deseaba saber qué pasaba. Lo que me costó trabajo fue irme metiendo en algún lado. Le guardo respeto a la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco (UAM) porque trabajé en ella durante 15 años de investigador. Quería estudiar análisis de contenidos. Deseaba saber qué pasaba en el país, porque nada es casual. Como me dijo el Subcomandante Marcos: “iba a Acapulco, pero me desvié a Chiapas”, ¿qué quiere decir esto?, en mi caso, terminé desviándome a Zihuatanejo, pero iba a Acapulco. Era lo único que tenía claro, deseaba ir para allá. Mis rutas no importaban. Lo que quería era hacer esto. En este momento estoy muy tranquilo porque no soy ministerio público…trato de ser un periodista.
Su exploración cotidiana en el mundo, le ha de exprimir sus sentidos, a un punto de ¿Ejerce el periodismo con pasión?
--Por su puesto, sino hay pasión en la vida no hay nada. Sino sudas y sientes cosas nuevas. Si no hay pasión no hay diversión. Diario trato de no perder de vista que es una oportunidad, ahí de mí si se me va. Trato de no fallar goles. Si fallo intento jugar el partido de revancha, pero me importa más la ética, los principios, que equivocarme, porque cualquiera se equivoca ¿No falla Ronaldinho los penales? --Dejaría Javier Solórzano esa pregunta sin fecha de caducidad, como sus pasos pasajeros que se alejan, igual que las luces, y una estela, su voz, que se va perdiendo lentamente, hasta quedar únicamente silencio y oscuridad.
miércoles, 4 de junio de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)