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jueves, 10 de julio de 2008

Pino Suárez, coraje e insultos en performance

El “Serpiente” golpeó a una mujer, con un ramo de rosas en la cara. Para acrecentar su abuso, le escupió el rostro. Y le arrojó agua de una botella en todo su cuerpo.
El suceso fue presenciado el día de ayer, por usuarios del metro de la ciudad de México, en los pasillos de la estación Pino Suárez.
La reacción de los centenares de metronautas fue de sorpresa, indignación y algunos, no se inmutaron, o pasó desapercibido tal hecho.
Algunas mujeres le gritaron al agresor: “¡Órale cabrón, no la molestes! No es justo”, pero “el Serpiente”, ni se inmutó y jaloneó del brazo a “Sandra” quien fue llevada por todo el pasillo que conducía al entronque con la línea azul y rosa.
Es una violencia que se vive todos los días contra hijas, hermanas, y niñas pequeñas. El detalle es que fue una actuación.
El performance duró treinta minutos. Transitaron cerca de este montaje en el metro, 40 personas por minuto, aproximadamente, y Miguel Romero, usuario del Metropolitano, fue el único hombre que intentó encarar al “Serpiente”, sin saber que era una representación. Al tranquilizarse de ver tal agresión dio su opinión: “Continuamente se ven estos casos. Nadie se mete”.
Conciente de las agresiones, y acoso sexual al que son propensas las mujeres, al utilizar el transporte público, comentó éste hombre de 59 años, un caso que le tocó vivir:
“Un tipo de unos 37 años, molestaba a una muchachita de 17 años. Le pregunto a ella por qué llora y respondió: Desde el pecero está siguiéndome, de igual forma en varias estaciones del metro. Dice que me va a coger.”
Me hice de palabras con el señor. Su pretexto era por qué me metía. Pero no dejé a la joven sola. La acompañé a una estación dónde le quedaba cerca su casa. Y Poco apoco se tranquilizó más, porque se alejó su acosador. Relató Miguel Romero, y además expresó el motivo de haber intervenido en este caso verídico:
“No me importó meterme en problema ajeno. A una mujer se le debe respetar.”








Placer masoquista

Sandra León, tiene 24 años de edad y representó en Pino Suárez, junto al “Serpiente”, un performance de agresión, donde se somete a la mujer en el metro. Pertenece al colectivo Accionando, el cual existe desde año y medio y trabaja en conjunto con la performancera Congelada de Uva.


Participaste en una representación, pero ¿tú has vivido este tipo de agresiones?

Vivimos en una cultura de violencia. Donde el género no es la cuestión, niños, mujeres y hombres experimentan agresiones. Somos violentados desde la infancia, sobre todo en el cuerpo.


¿Al intrometerte de lleno en tu papel de mujer agredida, que deseabas transmitir?

El mensaje no era decir “los hombres nos agraden”, sino chinga si te han violentado por qué lo permites, no calles y no te dejes maltratar...Permitimos la existencia de una cultura de violencia, por no hacer algo. Esta problemática, se debe a un placer masoquista. Parece que cada uno deseamos se nos ejerza control y nos marquen límites.


Contra el acoso sexual


El Colectivo Latinoamericano de Jóvenes, a través Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de (FLACSO) y Mujeres Contra el Acoso, buscan sensibilizar a las personas que viajan en el transporte público, con tal de conseguir una reflexión contra el acoso sexual a las mujeres.
Al respecto, Brenda Rodríguez integrante de Mujeres Contra el Acoso, una organización conformada por nueve estudiantes de distintas universidades, “que quedamos impactadas al tomar un curso de Derechos de la mujer. Al ver que a diario se vive el acoso sexual”. Indicó al finalizar el performance en Pino Suárez.

¿Cómo calificas la reacción de la gente ante esta representación de agresión verbal y visual?

Pensé que más gente iba intervenir. Que iba estar sensibilizada, pero es una prueba de que la reacción fue de “es un hecho común”, debido a que se fomenta e incrementa la violencia desde los hogares. Y aclaró:
“Existió un momento en que los hombres parecía que estaban recibiendo tips en el metro de cómo violentar, y las mujeres de ser sumisas.”

¿Las personas que participaron para auxiliar a Sandra, sin saber que era un performance qué decían?

El único señor que quiso defenderla dijo: “No le pegues con tantas flores, pégale sólo con una”. Este mensaje fue de hazlo donde no se vea marca en su cuerpo. En cambio las mujeres que se alarmaron preguntaron qué pasa, y al explicárseles: es un performance admitieron: claro, eso lo hacen. Son unos puercos.


¿Las nuevas generaciones siguen arraigados en ver a las mujeres como sumisas?


En apariencia las mujeres viven con mayor libertad de toma de decisiones expresan sus sentimientos, y se atreven a reclamar y mirar a quien las molesta. Visto desde lo rural y urbano en lo rural, el sistema patriarcal y el machismo está más arraigado.

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