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viernes, 5 de diciembre de 2008

La poesía, una puerta para no dejar de ser niños



Hace cinco años Mercedes Calvo dejó las aulas uruguayas, no así, su vocación de enseñar poesía a los niños.
A sus 59 años, nunca ha publicado un libro, pero en el 2009 lo podrá hacer, a través del Fondo de Cultura Económica. El motivo, ser la ganadora del V Premio Hispanoamericano de Poesía par Niños 2008. El cual recibió esta tarde, en una ceremonia realizada en el Papalote Museo del Niño, por su texto: Los espejos de Anaclara.
“Es un estimulo maravilloso. Con los 200 mil pesos me incita a continuar escribiendo y estar cerca de los niños.”
Afirmó la ganadora Mercedes Calvo, maestra jubilada de primaria, quien se veía sonriente y se ruborizó su piel blanca, al contrastar evidentemente con su vestimenta negra y su cabellera plateada.
El Premio Hispanoamericano de Poesía lo organiza La Fundación para las Letras Mexicanas, desde el año 2003. Es un concurso donde pueden participar de todas las nacionalidades.
Anteriormente lo habían ganado los escritores Javier España, con La suerte cambia la vida, María García Esperón, Tigres de la otra noche y Níger Madrigal fue su último ganador en el 2007 con su libro titulado: Rutinario.
Mercedes Calvo se convierte así, en la primera extranjera en obtener el premio. En cuanto a la publicación de su obra contará con ilustraciones y “es un libro que trata de que no hay diferencia entre la fantasía y la realidad. De que la apariencia y lo real son dos caras de la misma moneda”. Precisó su autora.
Al término de la ceremonia, Mercedes Calvo mantuvo una conversación con un grupo de niños, en el “Patio de la Chimenea”, situado al interior de éste Museo ubicado en el Bosque de Chapultepec.
“La poesía está tan cerca del corazón. En ocasiones al escribir es necesario mostrar nuestras creaciones. Da vergüenza, pero hay que dársela a leer a alguien, sino lo compartimos no es poesía, porque se hace de dos”.
Estaban inquietos, se distraían al voltearse a ver unos a otros, pero interactuaban con Mercedes, su atención fue total, cuando les contó sobre las perdidas humanas y les explicó un poema cuando los niños se sienten tristes, al vivir una ausencia, de alguien que quieren.

“Lo escribí para mí hija cuando era pequeñita, y falleció la abuela, dice así:

Por el umbral del cielo viene la abuela
Trayéndome manzanas para la escuela
se detiene en la puerta. No quiere entrar.
Cae la lluvia de junio sobre el cristal.
Frota las manzanas sobre su pañuelo.
Y cada vez que hay tardes que llueve
Mientras ella seca los aguaceros.
Toda la tarde hablamos.

Al terminar de leerlo indicó: “Lo escribí porque en ocasiones nos dan gana de hablar con nuestros muertos, y al hacerlo ayuda. Tranquiliza al dolor”.

Mercedes Calvo, fue su hada de la realidad, la reyna de la poesía infantil. Permitió compartir ese momento y obsequiar unos minutos para conversar.

Mercedes ¿Cómo estimulas la lectura en los niños?

--La he estimulado a partir de la escritura. He procurado que los niños escriban poemas y al hacerlo, se da la ida y vuelta escritura y lectura. Es importante hacerles sentir: leer es una necesidad, porque si les obliga, será una rutina.

¿Hay distintos códigos para escribir un texto de poemas para niños y a los adultos? De ser así, ¿se requiere persuadir con más metáforas?

--Más que códigos y diferencias. Los niños son más sensibles a la parte musical de la poesía; la rima de las palabras. En cuanto a los temas no creo que haya alguno en específico, y sólo para niños. Eso sería erróneo, porque se les pueden plantear todos los temas, al ser inquietud.

¿En sus recuerdos, cómo era su infancia?

--Lindisima, y lo sigue siendo, porque no es un lugar que pasó y le cerré la puerta. En absoluto, sigo recurriendo y voy seguido, no sólo para conseguir material para los niños, sino para pasarla bien, simplemente. Todos deberíamos dejar abierta esa puertita.


En ocasiones no se da la importancia a los gustos y necesidades de los niños, mucho menos se dedica poesía para ellos

--Se le están dando muchas cosas a los niños, el problema es que son equivocadas, un niño necesita sobre todo un oído, más que atosigarlo con juguetes, es importante darles tiempo y eso, nos falta en este mundo, para poder escuchar y estar ahí, a su lado. Y no hay nada que sustituya la presencia de los padres y los relatos de la abuela.


Las tradiciones orales se pierden, el narrar leyendas que se sabía la abuela cuando niña, eso ya no se transmite, ¿por qué?


--Intento mostrar la existencia de ese mundo olvidado en mi libro. Ese vivir en un mundo de fantasías, que no quiere decir que sea inventado, porque el mundo real, el de todos los días, también está lleno de lo fantástico

¿Existen poemas que atesora en su vida?

Recuerdo un poema del escritor salteño, Enrique Amorim, (Uruguay), me gustaba por la música de las palabras, porque el contenido no lo entendía cuando niña. Un fragmento decía:
“Todo está dicho ya/ y en los colores/ se desmayan pinceles.
Labra el silencio cofres de arreboles/ y en el aire hay nostalgias de bajeles.”
Lo recuerdo con cariño, al no haber entendido qué eran “arreboles” y “bajeles.”

¿Cuál es el reto al escribir poesía para niños?

--No cerrar la puerta, ni dejar de ser niños

1 comentario:

María García Esperón dijo...

Héctor, felicidades por esta nota, reflejaste toda la hondura poética de Mercedes Calvo y su gran calidad humana.